sábado, 4 de septiembre de 2010

Potaje de vigilia


El potaje de vigilia es una comida tradicional propia de la cuaresma cristiana. Se trata de un plato de cuchara sano, barato, fácil de preparar y también muy oportuno para las temporadas con bajas temperaturas. Como pasa en la mayoría de estos guisos, gana en sabor tras un día de reposo.

Ingredientes (para 2 personas):
- Garbanzos.
- 3-4 lomos pequeños de bacalao desalados.
- 2 cebollas grandes.
- 1 huevo.
- 1 tomate.
- Ajo.
- Aceite.
- Laurel.
- Sal.

Importante: dejar los garbanzos en remojo la noche de antes y desalar el bacalao con 24 h de antelación cambiándole tres veces el agua.

Llenamos la mitad una cazuela de agua y añadimos los ajos enteros con un corte en el centro, aceite, una cebolla entera, el laurel y los garbanzos, y dejamos cocer por dos horas. Mientras, quitamos la piel y las espinas al bacalao y reservamos. En otra cazuela, cocemos el huevo. En una tercera sarten hacemos un sofrito de cebolla y tomate y reservamos. Lavamos, escurrimos y cortamos las espinacas. Añadimos el sofrito, las espinacas y el bacalao a la olla grande y dejamos hervir durante 10 minutos. Pelamos el huevo, lo cortamos en rodajas y lo añadimos.

Tajine de pollo

Los tajines son unos platos típicos de la cocina magrebí. Su preparación se base en varios tipos de carne -normalmente pollo o cordero- o pescado en una vasija tradicional de barro con forma cónica. Su preparación suele incluir especias variadas y complementos como aceitunas, ciruelas, etc. Nosotros vamos a prepararlo sin el recipiente típico y en su versión más económica.



Ingredientes (para dos personas):
- Un paquete de pechugas de pollo.
- Ciruelas.
- Sésamo.
- 1 huevo.
- 1 cebolla.
- Para el aliño: cilantro, perejil, pimienta, canela, unas hebras de azafrán, ajo, aceite y sal.

Cortamos la carne y la mezclamos con las especias del aliño y el aceite. El ajo debe de ser picado muy fino y es recomendable que cilantro y perejil sean frescos. Después dejamos macerar la carne, como poco, una hora. Puede añadirse a la mezcla colorante alimenticio.

En una cazuela profunda y con cierre hermético doramos la cebolla. Mientras, ponemos a hervir el huevo. Y en una tercera cazuela mezclamos aceite y azúcar antes de freir las ciruelas. Volvemos a la cazuela grande: añadimos la carne macerada, comprobamos el punto de sabor, y dejamos cocer a fuego lento media hora. Espolvoreamos sésamo sobre las ciruelas y las añadimos a la carne. Pelamos el huevo y, con un cuchillo afilado, le hacemos cortes longitudinales en forma de estrella. Pasado el tiempo de cocción, servimos la carne con las ciruelas y añadimos medio huevo estrellado como adorno.